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Las cervezas IPA se han puesto muy de moda y ya no hay marca que se precie que no tenga en su catálogo uno o varios modelos de cerveza IPA. Se ha asociado mucho a la cerveza artesanal y, aunque existen cervezas artesanas IPA, no son sinónimos, pues lo cierto es que la cerveza IPA es un estilo de cerveza entre una amplia variedad.
Existen multitud de formas o estilos cerveceros: Ale, Lager, Pale Ale, de Abadía, Stout… y un amplio etcétera. La cerveza IPA es un tipo más de cerveza que con el auge de la cerveza artesanal se ha puesto muy de moda entre los más cerveceros, pero no son lo mismo.
De hecho, no hay más que darse una vuelta por un supermercado o cualquier bar para comprobar que las marcas tradicionales tienen también algunas cervezas IPA en su abanico de opciones, pero no se trata de cervezas artesanales.
El término IPA hace referencia a la forma de elaboración, es el acrónimo de India Pale Male, que quiere decir Cerveza de Alta Fermentación Pálida de estilo británico.
Es una cerveza que contiene más alcohol y especialmente mucho más lúpulo que en la forma tradicional de hacer cerveza. ¿Y lo de India? ¿Qué tiene que ver la India con la cerveza de estilo británico? La historia de cómo surgió la cerveza IPA está relacionada estrechamente con su nombre.
Es archiconocido lo cerveceros que eran (y siguen siendo) los ingleses. Hay más pubs con cerveza en Inglaterra que nubes en el cielo prácticamente. La afición de los ingleses a la cerveza se daba en todas las profesiones, incluidos los soldados y funcionarios del gobierno. En plena época dorada de los conquistadores ingleses, la cerveza era un bien muy preciado cuando se estaba a miles de kilómetros de la patria.
Inglaterra llegó a ser un gran imperio y creó colonias en varios continentes, por lo que tenía a muchísimos compatriotas desplegados a lo largo y ancho del globo. La historia de la IPA tiene que ver con la colonia británica que había en India, una de las zonas más colonizadas por los ingleses.
A principios del siglo XVIII ya había muchísimos soldados, funcionarios y demás miembros de la burguesía británica asentados en India, pero en aquellos años el concepto globalización no existía y encontrar la gastronomía del país lejos de él era una tarea complicada. Más en India, en la otra punta del mundo y con una climatología totalmente diferente, por lo que los ingredientes necesarios para elaborar la cerveza brillaban por su ausencia.
No existían los aviones ni ningún tipo de transporte rápido, por lo que todo lo que llegaba desde Inglaterra hasta la India lo hacía en barco. Unas travesías que duraban entre 3 y 7 meses, ¡y sin neveras! Por lo que el transporte de comida, bebida o ingredientes era complejo. Las cervezas que los ingleses intentaban traerse para saborear la patria lejana, generalmente llegaban en malas condiciones, pues durante el viaje atravesaban climas muy diferentes y extremos.
Tampoco existía la pasteurización ni ningún tipo de conservante, por lo que en muchas ocasiones la cerveza alcanzaba temperaturas demasiado altas y provocaba que llegase demasiado ácida. Pero según cuentan los expertos en cerveza e historia, esto lo solucionó George Hodgson, el fabricante de la cerveza Bow Brewery.
Hodgson añadió mucho más lúpulo y alcohol a las barricas de cerveza Pale Ale para evitar la propagación de los microorganismos responsables de la acidez. Al ser un viaje tan largo, provocó que la cerveza macerase en dentro de las barricas con ese extra de lúpulo que, además de protegerla de la oxidación y la proliferación de bacterias, le daba más aroma. Una técnica que hoy en día se llama Dry Hop.
Una vez llegaba a la India, la cerveza se rebajaba con agua y había que esperar unos días para que todos los ingredientes se asentaran. Después, ya se podía consumir y el resultado era una cerveza con un sabor más normal y que gustó. Incluso probaron la cerveza concentrada, sin rebajar con agua, con un sabor más intenso y aromático y quedaron fascinados. Y así es como nació la Indian Pale Ale, una cerveza apta para viajar que se convirtió en una sensación a nivel mundial y se desarrolló un nuevo estilo de hacer cervezas más ácidas y aromáticas.
Al principio esta forma de hacer cerveza se llevó a cabo sólo para las que se iban a exportar, de hecho el furor fue tal que hubo una gran competición de cerveceras para exportar su oro líquido a la India.
Haciendo el mismo proceso para el consumo local gustaban menos, pues copiar el proceso pero en menor tiempo que lo que duraba el viaje daba como resultado un amargor de la cerveza excesivo. Hasta que descubrieron que modificando el agua y ajustando algunos elementos, los resultados eran excelentes y el estilo comenzó a demandarse mucho.
El mercado y el estilo ha evolucionado tanto que aunque sea un estilo de hacer cerveza, en la actualidad hay multitud de cervezas IPA, por lo que es difícil dotarle de unas características generales más allá de que giran en torno al lúpulo en lugar de a las maltas.
Las nuevas tecnologías junto con la globalización y el aumento de la popularidad del estilo han desembocado en multitud de IPAS con sus matices. Ahora la tecnología permite a las cerveceras explorar todas las posibilidades que brinda el lúpulo y conseguir una gran versatilidad en este producto que da lugar a diferentes cervezas dentro de la categoría de las cervezas IPA.
Las IPA tradicionales, de estilo británico (un estilo algo obsoleto por la tecnología actual) tienen su peculiar sabor amargo e intenso, pero las IPA modernas y American IPA tienen sabores amargos pero con toques afrutados, florales, aromas muy intensos e incluso sabores más dulzones.
En definitiva, el estilo de hacer cerveza IPA ha pegado un salto enorme debido a la alta demanda actual, por lo que se pueden disfrutar multitud de variedades de IPA.